sábado, 11 de julio de 2009

Atenas 2009



























El Ombligo del Mundo. Según la leyenda, Zeus dejó dos águilas libres en las dos extremidades del mundo, y sus trayectorias se cruzaron justo encima de Delfos, marcando el ombligo (ónfalos, en griego) del mundo. Por eso aquí se construyó el templo de Apolo y se convirtió en la sede del oráculo que los peregrinos consultaban desde el siglo VIII a.C. por motivos públicos y privados. (El original se encuentra en el Museo de Delfos)









El último Templo de Apolo fue construido sobre el monte Parnaso entre el año 373 y el 340 a.C. en estilo dórico, disponía de seis columnas en el frente y quince en los lados.
Se accedía mediante tres escalones. La parte meridional se apoyaba sobre una muralla, que a su vez descansaba en una terraza inferior sostenida por un muro poligonal. Sobre esta terraza, entre otros edificios, se encontraba probablemente la sede de la Pitia, la sacerdotisa que respondía en nombre de Apolo. En la sala subterránea del templo (el ádyton) estaba ubicado el omphalos u ombligo del mundo. De allí se supone que surgía el agua de la fuente Castalia (en nombre de una ninfa), en la que sacerdotisa de Apolo se purificaba antes de anunciar sus profecías.












Marmaria y tolos. Al sur del templo de Apolo se levanta el santuario de Atenas Pronaia. A su lado se encuentra el tolos edificado a comienzos del siglo IV a. C. rodeado de un peristilo dórico de veinte columnas. Aunque se desconoce la función que este edificio cumplía, se presume que el tolos, construcción de planta redonda abovedada y rodeada de una columnata, era un edificio funerario que representaba la morada del Hades y estaba dedicado a los huéspedes del mundo subterráneo.
















La pieza más famosa del Museo de Delfos es el Auriga, escultura en bronce de la talla de un hombre, que fue encargada por Polyzalos, príncipe griego de Sicilia, para conmemorar la victoria de su auriga en los Juegos del año 478 a.C. Formaba parte de un grupo escultórico compuesto por cuatro caballos, el auriga sobre el carro sujetando las riendas, un guerrero y un mozo de cuadra. El auriga aparece casi inmóvil en su posición erguida, con los pies juntos, el peso del cuerpo distribuido de forma uniforme y las manos hacia adelante sosteniendo las riendas. Tanto el torso como la cabeza presentan una ligera torsión hacia el lado derecho, más acentuada en la cabeza. El cabello está grabado con un diseño que aún revela el formalismo arcaico. Quedan restos de plata en la diadema y cobre en los labios. Los ojos son de vidrio de color. El rostro posee la gravedad inexpresiva de las figuras del primer periodo clásico también llamado arcaico tardío. La técnica utilizada es a la cera perdida, con el procedimiento de vaciado por secciones.











El Tesoro de los Atenienses fue edificado luego de la batalla de Marathon en el 490 a. C. y reconstruido en 1906.









No hay comentarios: