Propíleos: acceso a la Acrópolis
La arquitectura de la Acrópolis de Atenas es el ejemplo más acabado del arte clásico griego que se desarrolló en el siglo V, el llamado Siglo de Pericles. Este siglo fue también el de las grandes tragedias de Sófocles y Eurípides y el de la filosofía de Sócrates.
Pericles fue un estadista ateniense que logró unir a todas las polis griegas contra un enemigo común, los persas, a quienes vencieron en las llamadas Guerras Médicas. Pericles decidió reconstruir la Acrópolis y para ello encargó al escultor Fidias y a los arquitectos Calícrates e Ictino, su reconstrucción. Allí se erigieron el Partenón, los Propíleos, el Erecteión y el templo de Atenea Niké.
Construido entre el 447 y el 432 a. C, el Partenón era el templo dedicado a la diosa Atenea Partenos, protectora y defensora de la ciudad.
El templo griego no era un lugar de reunión de fieles, como en la actualidad, sino la casa de la divinidad. Dentro del templo se ubicaba la estatua de culto y las ofrendas dedicadas al dios mientras que el ritual se practicaba al aire libre, en un altar para sacrificios ubicado sobre el lado oriental. El templo siempre se orientaba de este a oeste, por eso al salir de los Propíleos uno se encuentra con la parte posterior del templo y no con la entrada principal.
Para construir un edificio perfectamente proporcionado, los arquitectos como Fidias, relacionaban todas las dimensiones con una medida llamada módulo, que correspondía con el diámetro de la columna del edificio a construir. El orden dórico era el utilizado en los grandes templos. En el orden dórico, las columnas eran de diez a doce módulos de altura. La impresión general que produce es de severidad masculina, austeridad y sobriedad. La columna dórica no tiene base, se apoya directamente sobre la plataforma del templo y el capitel es de forma cuadrangular, muy simple.
El Partenón fue construido con ocho columnas de frente y 17 de lado. Totalmente realizado en mármol a pesar de la dificultad de su traslado y el costo de su utilización. Los griegos pintaban sus templos en colores rojos y azules, a veces incluso doraban parte de la superficie. Las metopas (la parte lisa del friso) estaban esculpidas en todo el perímetro del templo.
El tema de estas esculturas de metopas era la historia de Atenas: desde el nacimiento de Atenea, el establecimiento del orden por los dioses en la Gigantomaquia, la reafirmación del orden y el triunfo contra sus enemigos en la Amazonomaquia y la Centauromaquia, la Guerra de Troya y por fin, la exaltación de la polis ateniense con su gran fiesta cívica en el friso de las Panateneas (primera vez que se representa una procesión de fieles en un santuario).
Para el interior del templo, Fidias había creado una escultura criselefantina de Atenea de doce metros de altura (Se denomina criselefantina a la escultura compuesta por una estructura de madera recubierta de marfil y oro).
Erecteión: última de las grandes construcciones emprendidas por Pericles en la Acrópolis, este templo ocupa el lugar donde, según la mitología, la diosa de la sabiduría, Atenea, y el dios de los mares, Posidón, se disputaron la supremacía sobre el Atica. Allí estaba enterrado Erecteo, hijo de Poseidón, y otros héroes y reyes legendarios a quienes se veneraba desde la antigüedad. La planta del Erecteión es un rectángulo con tres pórticos distribuidos en los lados este, norte y sur. El más interesante es el Pórtico de las Cariátides, en el que las columnas han sido reemplazadas por estatuas de jóvenes doncellas ataviadas con largas túnicas. Sobre la cabeza sostienen un cesto que hace las veces de capitel y sirve de apoyo al arquitrabe. El cuello ha sido reforzado con una gruesa trenza que cae sobre los hombros mientras que todas la doncellas fueron representadas con una pierna adelantada, la derecha o la izquierda según se encuentren a uno u otro lado del eje central del pórtico. Existe en este edificio una absoluta armonía entre arquitectura y escultura.
El teatro nació en Grecia ligado a la vida religiosa. Sus antecedentes más remotos se encuentran en el culto a Dionisos, dios del vino y de la embriaguez mística.
El teatro de Dionisos, que se encuentra en la ladera sud-este de la Acrópolis, fue el primer teatro de Grecia. Allí se representaron las obras de Esquilo, Sófocles y Eurípides. El auditorio, con espacio para unas 17 mil personas, se componía de 78 gradas, cada una con un ahuecamiento para los pies de los espectadores de la fila superior. Más tarde, los romanos utilizaron el teatro griego como arena para el combate de gladiadores.
Teatro de Herodes Atticus. Este teatro romano, capaz de albergar a 5 mil espectadores, sigue siendo utilizado hoy día. Construido por el cónsul Herodes Atticus entre los años 161 y 174 de nuestra Era, en memoria de su esposa, este monumento fue tallado en piedra sobre la ladera sud-oeste de la Acrópolis. La orquesta semicircular situada delante del escenario fue revestida con mármol azul y blanco en los años 1950. Detrás de la escena, una columnata albergaba una estatua de cada una de la 9 musas.
Vista de Atenas desde la Acrópolis
Vista de Atenas desde la Acrópolis
Vista del Templo de Zeus desde la Acrópolis